Vasitos de crema de chocolate exprés

El postre de hoy se hace casi solo, en un tiempo record y sin avíos. Ya dejaremos para más adelante las recetas un poco más elaboradas.

Se necesitan unos ingredientes muy fáciles de conseguir: un buen chocolate, leche entera, unos petit suise azucarados, y si teneís un poco de esencia de vainilla, pero esto es opcional, y lo mejor de todo es que solo necesitamos un tenedor. Ojo la textura no es mousse, es crema. El chocolate a vuestro gusto, cuanto mejor sea más rico de sabor queda. Yo utilizo uno de Nestlé, que se llama Delicias Noir y que gusta mucho en casa, pero vale cualquier chocolate negro de calidad.

A ello.

Receta
Ingredientes para 6 vasitos
150 gr de chocolate negro
200 ml de leche entera templada
6 petit-suisse naturales azucarados
Unas gotas de esencia de vainilla —opcional—

Esta es la única herramienta necesaria:

Preparación
1. Poner el chocolate troceado en un bol, y meterlo unos minutos a temperatura baja en el microondas. Comprobar cada 40 segundos que se funde correctamente y no se nos quema. Este proceso se puede hacer al baño maría.
2. Cuando esté fundido, añadir la leche y las gotas de esencia de vainilla. Remover con delicadeza.
3. Poner el contenido de los petit-suisse en un bol y batirlos rápidamente con un tenedor durante un par de minutos. A continuación añadirlos a la mezcla anterior. Mezclar.
4. Servir en vasos de cristal y dejar reposar en el frigorífico durante al menos 3 horas.

Esta manera de hacerlos la aprendí de un libro de repostería francesa que se llama “Petits goûters des écoliers”.

Consejos

• Servirlos muy fríos en vasos de cristal
• Podéis hacerlos con chocolates rellenos de naranja o menta, o incluso los que tienen pepitas de cacao tostadas, como el de Hacendado; imaginación al poder. Queda bien con todo.
• Si no encontráis petit-suisse azucarados, podéis hacerlos con petit-suisse normales y añadirle una cucharada de azucar glas a la mezcla. Si no tenéis petit-suisse, podéis hacerlos con 3 yogures naturales —mejor griegos—; os quedará una crema fantástica.
• No solo es para niños; es estupendo para servir después de una cena en la que hemos comido bastante, porque la sensación al tomarlo es muy muy ligera.
• Yo os he presentado los vasitos en cristal, reciclados de los postres de “La lechera”, y sin ningún adorno, pero como os podéis imaginar, admite lo que queráis, ya que aunque la textura es crema, aguanta sin que se hunda cualquier adorno de chocolate que os topéis en el supermercado.

No hace falta decir a quién le encanta…

Una última cosa: bienvenidos de nuevo los que habéis faltado este verano; os deseo que la reentrada en el día a día sea lo más fácil posible. Es cierto que dejamos atrás muchas cosas: menos prisas, el sol, los no-horarios, pero la rutina, por lo menos para mí, tiene mucho encanto. Nos esperan muchas tardes de horno, pan y bollos y, lo mejor de todo, espero que estéis ahí como siempre para compartirlo.